Expresarnos a través de palabras es una de las primeras cosas que aprendemos a hacer cuando somos niños, a medida de qué pasa el tiempo, aprendemos a usar las palabras para transmitir lo que sentimos y conectar con el entorno.
Se podría decir que la palabra es, sin lugar a duda, una de las herramientas más poderosas que tiene el ser humano. Con esta conquista, enamora, conecta y hasta para generar un conflicto puede llegar a emplearse.
“Aquel que conoce el poder de la palabra, presta mucha atención a su conversación. Vigila las reacciones causadas por sus palabras, pues sabe que ellas no retornaran al mismo punto sin haber causado su efecto” – Florence Sacovel Shinn
Asimismo, como evidenciamos el poder de la palabra para conectar con el entorno, es determinante entender el poder que tiene la palabra dicha en nosotros mismos. Muchas veces, usamos expresiones que minimizan nuestra capacidad tales como: “Yo no nací para hacer esto”, “No puedo”, “Son incapaz de realizar dicha actividad”, “No sirvo para esto”. Estas expresiones, aunque muy cotidianas, presentan un efecto adverso en nosotros y nos configuran para no poder con algo que probablemente seamos capaces de hacer.
En muchas ocasiones, estas expresiones están ligadas al miedo, un miedo que, al ser enfrentado puede traernos beneficios.
¿Cual es la manifestación que siempre dices y que te limita?
Así como las energías, la palabra dicha también se convierte en una manera de atraer o repeler lo que deseas o no. El universo que trabaja a tu favor, entiende estas manifestaciones como un rechazo a lo que mereces y por esto, termina poniéndote del otro lado de lo que quieres.
Hacerte consciente del poder que tiene la palabra, también te dará las facultades para convertirte en el co-creador de tu futuro. Con un discurso más optimista sobre tus capacidades, lograrás usar el poder de la palabra a tu favor.
¿Qué puedo hacer para manifestarme a través de la palabra?
Una vez comprendes que la palabra tiene poder, encontrarás la manera de que este trabaje para ti. Al hacerlo, debes comenzar a reemplazar las manifestaciones negativas para reconfigurar tu mente de estas con manifestaciones más positivas y que construyan como por ejemplo: “No conozco esta actividad, pero la veo como una manera de aprender”, “Mis capacidades me indican que esto va a ser complejo para mi, pero sé que con esfuerzo y amor lo voy a lograr”. De esta manera y con manifestaciones más amables tu energía va a fluir y tu mente se va a programar para entender que a pesar de que una situación parezca compleja, vas a poder realizarla.
Haz un proceso de lectura interior y escribe en los comentarios ¿qué manifestación vas a reemplazar desde este momento y con que manifestación positiva vas a comenzar a comunicarte?
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