Recuerdo con un poco de nostalgia aquellos días que nada me importaba, donde agradar a otros no era mi asunto, ¿Encajar? ¿Encajar en donde o en qué?… ¿Pertenecer? Pero si ya pertenezco, ¡A mi misma!
Hubo una época en que todo era más fácil, la seguridad sobre mi misma era mayor, me sentía siempre segura, desapegada a la rutina, a las personas, a los paradigmas sociales, a las culturas y a la religión. Fue una época de autenticidad total que para la sociedad era irreverencia.
Ahora me pregunto ¿Qué me pasó? Quizás a ti te ha pasado o te esté pasando lo mismo, te fuiste convirtiendo en algo que no se parece en nada a ti mismo y ahora ya no sabes quien eres.
Todos hemos sido domesticados, algunos para bien, otros para no tan bien pero domesticados al fin y al cabo como animalitos que buscan aprobación y necesitan ser amados. Nos domesticaron y nos jodieron el alma.
Porque la voz interior no sabe de domesticación, de pertenecer a ningún lugar, no sabe de marcas de ropa, de colegios y universidades, no tiene idea de lo que es juzgar, tu voz interior es pura, auténtica, única y real y hoy es el día de la voz interior y la irreverencia.
Empieza a amar tu irreverencia y honra tu voz interior, esa que te dice que vayas a tal lugar, la que te habla acerca de ti mismo, de tu locura, la voz que conoce lo que tu realmente anhelas y no te juzga, no te critica, te muestra de lo que eres capaz y te hace soñar con un cambio y una transformación.
Un corto video apasionante para irreverentes que saben que segundo a segundo están creando un universo de posibilidades y tienen la certeza de que escuchando su voz interior y siguiendo su instinto ocurren grandes cambios de vida
0 comentarios