Liberarte es darte cuenta que nada es permanente, que las cosas que nos hacen feliz hoy, pueden en unos años causarnos tristeza o desagrado. Nada en este mundo es eterno, ni siquiera tu paso por la tierra. Cuesta mucho entenderlo, porque nos enseñaron que lo que se quiere se cuida para que dure, pero en realidad, lo que debieron enseñarnos a cuidar las cosas por el tiempo que duren.
Nada en tu vida pasa por causalidad. El universo trae a ti las personas, cosas y lugares que necesitas para así crecer y vivir experiencias. A veces, nos duelen situaciones que no podemos controlar como la perdida de una persona, esto se debe a que generamos apegos emocionales en medio de nuestra convivencia con el entorno.
TODO PASA, AUNQUE EL SENTIMIENTO PAREZCA ETERNO
Aprender que todo pasa, va a ayudarte a enfocar tu energía no en el dolor de la situación, sino en lo que viene a futuro, la superación. No es una tarea fácil, pero cuesta más quedarse en el dolor viendo la vida pasar. Repítete constantemente cuando te encuentres en una situación así: ” Esto también pasará”
Sin embargo, para comprender que todo pasa, hay que analizar las situaciones que nos suceden y trabajar en la emoción que esta nos provoca.
Imagina la vida como un viaje, todo aquello que decides llevar durante tu vida representa un peso emocional (bueno o malo) ¿Qué decides llevar?
Hacer una limpieza emocional para liberar la mochila, las cargas, las pruebas o situaciones de la vida que parecen eternas, pero que al final evolucionan junto contigo. Todo pasa, aunque nuestros sentimientos nos hagan ver lo contrario. Si te vuelves al pasado, podrás ver el camino que has recorrido y lo fuerte que has sido para llegar a donde estas e incluso, podrás ver que las te liberaste de las cargas y las situaciones que parecían imposibles.
Aprender que “esto también pasará” se convierte casi en un mantra para caminar libres. Una vez aprendemos a liberarnos de situaciones y cosas, somos selectivos frente a las situaciones que nos rodean y los sentimientos que impregnamos en estas.
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